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En el ámbito de la construcción, sabemos que el paso del tiempo y las condiciones climáticas extremas pueden afectar gravemente a las estructuras expuestas al exterior. En el caso de las cubiertas, aunque el cliente adopte prácticas de mantenimiento adecuadas, no siempre es suficiente para garantizar su perfecto estado.

Nos apasiona el mundo de la construcción y nos esforzamos al máximo para ofrecer soluciones duraderas y de alta calidad. Sin embargo, somos conscientes de que los elementos expuestos al exterior, como las fachadas y las cubiertas, son los que más sufren y requieren una atención especial.

Es por eso que trabajamos con materiales resistentes y duraderos, que aseguran la longevidad de nuestras construcciones. Además, ofrecemos servicios de mantenimiento periódico y reparaciones, para garantizar que nuestras estructuras se mantengan en perfecto estado a lo largo del tiempo.

Para nosotros, cada proyecto es un reto emocionante, y nos tomamos muy en serio nuestro compromiso con la calidad y la durabilidad.

Trabajamos desde un punto de vista técnico dando resolución a problemas de humedades, filtraciones, mantenimientos, y ofreciendo siempre a nuestro cliente la posibilidad de dotar a la cubierta de confort térmico y eficiencia energética, con un ahorro considerable en el consumo de la finca.

Humedades

Una de las causas más frecuentes de las humedades en los edificios es la infiltración de agua desde el exterior. Esto puede ocurrir debido a grietas en las paredes, techos o suelos, a la falta de aislamiento adecuado o a problemas en la impermeabilización de la estructura. También puede haber filtraciones de agua en tuberías, desagües o sistemas de fontanería que pueden generar humedades en las zonas cercanas.

Otra causa común de las humedades en los edificios es la condensación. Esto ocurre cuando hay una diferencia de temperatura entre el interior y el exterior del edificio, lo que provoca que el vapor de agua se condense en las superficies frías, como las paredes o las ventanas. La falta de ventilación adecuada, el uso excesivo de sistemas de calefacción sin control de humedad y la presencia de puentes térmicos pueden favorecer la aparición de la condensación y, por tanto, de las humedades.

Las humedades en los edificios pueden tener consecuencias negativas tanto para la estructura como para la salud de las personas que habitan en ellos. A nivel estructural, las humedades pueden deteriorar los materiales de construcción, provocar la aparición de grietas, debilitar las estructuras y favorecer la proliferación de hongos y moho. Estos problemas pueden comprometer la estabilidad del edificio a largo plazo.

En cuanto a la salud, las humedades pueden desencadenar problemas respiratorios, alergias y enfermedades relacionadas con la presencia de moho y hongos. Además, las manchas y los malos olores causados por las humedades pueden afectar el bienestar general de las personas y reducir la calidad de vida en el interior de los edificios.

Es importante abordar las humedades en los edificios de manera adecuada y oportuna. Esto implica identificar y solucionar las causas subyacentes del problema, realizar reparaciones estructurales si es necesario, mejorar la ventilación y la impermeabilización, y aplicar tratamientos específicos para eliminar el moho y prevenir su reaparición.

Filtraciones

Las filtraciones en edificios son un problema común que puede causar diversos inconvenientes y daños en la estructura. Estas filtraciones se refieren a la entrada no deseada de agua o humedad desde el exterior hacia el interior del edificio.

Existen varias causas de filtraciones en edificios. Una de las más frecuentes es la falta de impermeabilización adecuada en techos, terrazas o paredes exteriores. Si los materiales de construcción no están correctamente sellados o si existen grietas, fisuras o juntas mal realizadas, el agua puede filtrarse fácilmente.

Además, las filtraciones también pueden ser causadas por problemas en las tuberías de agua o sistemas de plomería del edificio. Una tubería rota, una conexión mal ajustada o una válvula defectuosa pueden provocar filtraciones y humedades en las áreas afectadas.

Los efectos de las filtraciones en edificios pueden ser diversos y perjudiciales. En primer lugar, pueden causar daños estructurales a largo plazo, debilitando los materiales de construcción y comprometiendo la integridad del edificio. Esto puede llevar a problemas más graves, como grietas en las paredes, desprendimiento de pintura o incluso colapsos parciales.

Además, las filtraciones pueden provocar la aparición de manchas de humedad, moho y hongos en las superficies afectadas. Estos organismos pueden ser perjudiciales para la salud de los ocupantes del edificio, especialmente si se trata de personas sensibles o con problemas respiratorios.

Para solucionar las filtraciones en edificios, es fundamental identificar la fuente del problema. Esto puede requerir una inspección minuciosa y el uso de técnicas como pruebas de humedad, termografía o análisis de la calidad del agua. Una vez identificada la causa, se deben realizar las reparaciones necesarias, que pueden incluir la impermeabilización adecuada de superficies, la reparación de tuberías o la sustitución de elementos dañados.

Algunos tipos de cubiertas que abarcamos

Cubiertas tradicionales: curva, plana

Las cubiertas tradicionales pueden presentar diferentes formas y estilos, entre las cuales se destacan las cubiertas curvas y las cubiertas planas.

Las cubiertas curvas son reconocidas por su elegancia y belleza arquitectónica. Su diseño arqueado les confiere una apariencia distintiva que puede realzar la estética de cualquier edificio. Estas cubiertas se caracterizan por su forma suave y ondulada, creando líneas fluidas y atractivas. Además de su aspecto estético, las cubiertas curvas también pueden ofrecer beneficios prácticos, ya que su forma ayuda a desviar el agua de lluvia de manera más eficiente, evitando acumulaciones y filtraciones.

Por otro lado, las cubiertas planas son una opción común en la arquitectura tradicional. Estas cubiertas se caracterizan por su diseño horizontal, sin inclinaciones pronunciadas. Aunque pueden parecer más sencillas en comparación con las cubiertas curvas, las cubiertas planas ofrecen ventajas únicas. Su diseño proporciona un espacio utilizable adicional en la parte superior del edificio, que puede destinarse a diversas funciones, como áreas de recreación, jardines o instalaciones solares. Las cubiertas planas también ofrecen flexibilidad en términos de instalación de equipos, como sistemas de aire acondicionado o paneles solares, ya que su superficie horizontal facilita su colocación.

Cubiertas asfálticas, ajardinadas, ecológicas

Las cubiertas asfálticas, ajardinadas y ecológicas son opciones cada vez más populares en el diseño arquitectónico y la construcción sostenible. Estas cubiertas ofrecen múltiples beneficios tanto estéticos como medioambientales.

Las cubiertas asfálticas son sistemas de impermeabilización que utilizan asfalto como capa principal. Son duraderas y resistentes, brindando protección contra la humedad y filtraciones. Además, su superficie lisa facilita el drenaje adecuado del agua de lluvia, evitando la acumulación y previniendo problemas relacionados con la humedad.

Por otro lado, las cubiertas ajardinadas, también conocidas como techos verdes, son aquellas en las que se cultiva vegetación sobre la superficie. Estas cubiertas proporcionan múltiples ventajas, como la mejora de la calidad del aire, la reducción del efecto isla de calor urbano y la absorción de agua de lluvia, lo que contribuye a mitigar los problemas de inundaciones. Además, los techos verdes pueden aumentar la eficiencia energética del edificio, al proporcionar aislamiento térmico y reducir la radiación solar directa.

Las cubiertas ecológicas combinan elementos de las cubiertas asfálticas y ajardinadas para crear sistemas sostenibles y amigables con el medio ambiente. Estas cubiertas suelen combinar capas impermeables con sustratos para el crecimiento de plantas, lo que permite la integración de áreas verdes en entornos urbanos. Además de los beneficios antes mencionados, las cubiertas ecológicas promueven la biodiversidad, al proporcionar hábitats para insectos, aves y otras especies.

Cubiertas láminas EPDM- PVC

Las cubiertas de láminas EPDM y PVC son dos opciones populares en el ámbito de la construcción y la impermeabilización. Estos materiales ofrecen diversas ventajas y características que las hacen ideales para distintas aplicaciones.

El EPDM (etileno-propileno-dieno-monómero) es un tipo de caucho sintético ampliamente utilizado en la fabricación de cubiertas. Es altamente resistente a la intemperie, los rayos UV, la exposición a sustancias químicas y la abrasión, lo que garantiza una durabilidad excepcional a lo largo del tiempo. Además, el EPDM es flexible y elástico, lo que facilita su instalación en una amplia gama de superficies, incluidas las irregulares. También es un material impermeable, lo que lo convierte en una opción confiable para proteger estructuras de humedad y filtraciones.

Por otro lado, el PVC (policloruro de vinilo) es un polímero termoplástico utilizado en la fabricación de láminas de cubierta. El PVC es conocido por su excelente resistencia a la corrosión, la intemperie y los productos químicos, lo que lo convierte en una opción ideal para entornos agresivos. También es fácil de instalar y mantener, y puede adaptarse a diferentes diseños y formas arquitectónicas. El PVC ofrece una buena impermeabilidad y se puede utilizar en una amplia gama de aplicaciones, desde cubiertas planas hasta cubiertas inclinadas.

Tanto el EPDM como el PVC proporcionan una protección efectiva contra las filtraciones y las inclemencias del tiempo, y son opciones populares en proyectos de construcción residencial, comercial e industrial. Al elegir entre ellos, es importante considerar las necesidades específicas del proyecto, el entorno climático y los requisitos de rendimiento deseados.

Cubiertas Sándwich

Las cubiertas sándwich son un tipo de estructura ampliamente utilizada en la construcción que ofrece múltiples ventajas. Están compuestas por paneles prefabricados que constan de dos capas exteriores, generalmente de acero galvanizado, y un núcleo aislante en el medio.

Una de las principales características de las cubiertas sándwich es su excelente capacidad de aislamiento térmico. El núcleo aislante, que puede ser de poliuretano, poliestireno expandido o lana mineral, proporciona una barrera efectiva contra los cambios de temperatura. Esto permite mantener un ambiente interior confortable y reducir tanto el consumo energético como los costos de climatización.

Además del aislamiento térmico, las cubiertas sándwich también ofrecen un alto nivel de aislamiento acústico. El núcleo aislante absorbe y reduce la propagación del ruido, lo que resulta beneficioso en entornos donde se busca minimizar la transmisión de sonidos no deseados.

Otra ventaja importante de las cubiertas sándwich es su resistencia y durabilidad. Las capas exteriores de acero galvanizado proporcionan protección contra la corrosión, lo que garantiza una larga vida útil de la estructura. Además, su diseño modular y ligero facilita su instalación y reduce el peso total de la construcción.

Las cubiertas sándwich se utilizan en una amplia variedad de aplicaciones, como naves industriales, almacenes, centros logísticos, edificios comerciales y residenciales. Gracias a su versatilidad, se adaptan a diferentes diseños arquitectónicos y ofrecen soluciones eficientes para la protección y el aislamiento de los espacios.

Cubiertas Filtrantes

Las cubiertas filtrantes son una solución eficaz y versátil para gestionar el agua de lluvia de manera sostenible. Estas cubiertas, también conocidas como cubiertas verdes o cubiertas vegetales, están diseñadas específicamente para filtrar y retener el agua de lluvia, permitiendo que se infiltre gradualmente en el suelo en lugar de ser evacuada de manera inmediata.

Estas cubiertas consisten en una capa de vegetación, que puede ser desde césped hasta plantas autóctonas, sobre un sistema de retención y drenaje que incluye una membrana impermeable, un medio filtrante y una capa de drenaje. El medio filtrante, que puede ser tierra, sustrato o un material especializado, retiene el agua y permite que se filtren los contaminantes presentes en ella. La capa de drenaje asegura la evacuación adecuada del exceso de agua, evitando encharcamientos.

Las cubiertas filtrantes ofrecen una serie de beneficios tanto a nivel ambiental como a nivel de infraestructura urbana. En primer lugar, ayudan a reducir el escurrimiento superficial y la carga de agua en los sistemas de alcantarillado, lo que previene inundaciones y alivia la presión sobre las infraestructuras existentes. Además, contribuyen a mejorar la calidad del agua al filtrar los contaminantes y nutrientes antes de que lleguen a los cuerpos de agua cercanos.

Desde el punto de vista ambiental, las cubiertas filtrantes actúan como sumideros de carbono, mejoran la calidad del aire al filtrar partículas y reducen el efecto de isla de calor urbano al regular la temperatura en las áreas urbanas. También promueven la biodiversidad al proporcionar hábitats para insectos, aves y otras especies.